dimecres, 12 de gener del 2011

1. EL MÉTODO DE MARX



UN PENSAMIENTO ABSTRACTO:

Karl Marx apostó para aproximarse a la realidad económica que le rodeaba, por una metodología abstracto-deductiva, lo que dicho en otras palabras quiere decir un acercamiento desde lo genérico hasta lo concreto, de lo abstracto a la realidad. Este enfoque tiene, como su primo hermano el inductivo, ciertas limitaciones que vale la pena considerar. La trampa de la abstracción es caer en el universalismo pretendido de la ciencia, sobre la base de un imposible rigor científico. En efecto, como Sweezy nos recuerda, el problema que se examina y los elementos que consideramos en su análisis son necesariamente limitados, como limitadas son las capacidades intelectuales y la posibilidad de obtener información. Un ejemplo: muy diversos autores han realizado investigaciones sobre lo que a priori constituye la misma materia, seleccionando y descartando diferentes elementos. De este modo, Adam Smith nos habla de “la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones”, David Ricardo sobre las “leyes que rigen la distribución de productos de la tierra”, al lado de los cuales podemos encontrar “la conducta humana como relación entre fines y medios limitados que tienen usos alternativos” de Robbins. Únicamente mediante la comprobación experimental de las hipótesis que se ha planteado puede confirmarnos un buen ejercicio de abstracción.

En cuanto al caso de Karl Marx, el elemento alrededor del que giran sus análisis es el proceso de cambio social, y el conjunto de la sociedad por extensión. A su alrededor, estudiará las interrelaciones económicas entre otros elementos, pero sin duda éste acabará siendo el pilar de su teoría tras determinar los modos de producción como llave del cambio social. Imbuido por el conflicto hegeliano entre fuerzas opuestas, concebirá la historia desde esta perspectiva. Y desde estos presupuestos básicos, identifica las fuerzas económicas como las variables fundamentales de su estudio, extrapolándolas desde su realidad capitalista a las relaciones sociales (apellidadas ya de producción) de anteriores fases históricas. Marx desarrolla su argumento esgrimiendo que “la relación entre el trabajo asalariado y el capital determina todo el carácter del modo de producción”, con lo que procede a establecer dos sectores enfrentados por la posesión de los medios de producción: burguesía y proletariado. Precisamente, dos de las grandes aportaciones de Marx al pensamiento económico fueron por un lado resaltar que la producción de mercancías no es forma universal e inevitable de la vida económica, y por otro la inclusión en una misma estructura conceptual de las relaciones cuantitativas de producción de mercancías junto a las relaciones sociales subyacentes.

Siguiendo estos preceptos metodológicos, el análisis marxista estará caracterizado por la prioridad de las relaciones sociales del capital y el trabajo, dedicándose al estudio de otras variables separadamente con posterioridad. De este modo, desecha el valor de uso para centrarse en el valor de cambio, único relevante para las relaciones sociales. Además, sólo las formas relacionales más relevantes entre capital y trabajo serán consideradas, esto es, las tendencias estructurales de la sociedad. Todo esto conduce a una aproximación a la economía política desde el análisis de las mercancías, entendida en sentido amplio como todo aquello que se intercambia en un sistema de producción, esto es según su análisis, la fuerza de trabajo del obrero y el dinero recibido a cambio por el capitalista.

 

UN PENSAMIENTO HISTÓRICO:

Junto con la determinación del modo de producción como llave de las relaciones sociales, el método histórico en esencia de Marx es uno de los pilares de su teoría. La sociedad se halla en continuo cambio ad infinitum causado por las idas y venidas de las relaciones entre personas. De este principio abstrae el movimiento como constante inmutable. Construye a continuación la idea de un ciclo de vida del desarrollo de las fuerzas productivas hasta que la mecánica entra en contradicción. Esta mecánica, emana de las relaciones sociales, determinadas nos dice Marx por las relaciones de producción presentes en la sociedad, pero en último término nos recuerda, que es la acción humana la responsable de los cambios del sistema. Este tipo de planteamiento ha abierto camino a una actitud consecuentemente histórica de las ciencias sociales.


MARIO SÁNCHEZ BROX

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